•    

Camila Villavicencio: «En la Escuela de Ingeniería Química, los profesores siempre están abiertos a escucharte y a enseñarte»

El testimonio es de Camila Villavicencio, titulada este año de la carrera de Ingeniería Civil en Metalurgia Extractiva de la EIQ-PUCV. En enero de este año decidió postular al cargo de Especialista de Sala de Control Trainee en el Centro Integrado de Operaciones (CIO) de la empresa BHP. “Actualmente, las faenas mineras y las plantas concentradoras se manejan a distancia, y lo que hace el CIO es un control remoto, operando desde Santiago. Lo que hago como especialista trainee es controlar los parámetros de la planta de manera remota, con el fin de cumplir los KPI correspondientes”, cuenta Camila.

Postuló a la empresa directamente a través de su sitio web y quedó. Los tres primeros días fueron bastante difíciles y desafiantes, pues en la universidad había adquirido la parte teórica de la carrera, pero en la práctica todo es bastante distinto. “Por ejemplo, en BHP estoy aprendiendo flotación y uno ve la diferencia de lo teórico con lo práctico. En la universidad flotamos con una celda y en las plantas hay muchas más celdas a las que debes controlar su flujo permanentemente”, indica.

Esta profesional trabaja para la línea 2 de la Planta Concentradora de Minera Escondida, en lo que se llama Laguna Seca, donde debe interactuar con doce pantallas y comunicarse a través de una radio con un operador en terreno, para así controlar el proceso en todo momento. “Somos un equipo, yo lo ayudo a él, ya que no tiene acceso a las pantallas, y él me ayuda a mí con lo que no puedo ver en terreno”, añade.

Señala que una de las cosas que más le costó cuando se incorporó a la empresa, fue escuchar la radio. “Cuando llegué el primer día y me senté al lado de mi compañera que me enseña, yo escuchaba la radio y no entendía nada de lo que decían, porque la frecuencia no la lograba captar, y pensaba que quizás no iba a servir para el cargo. Ella me decía que tuviera paciencia que ya iba a empezar a entender. Y es cierto, es una habilidad que se adquiere, y ahora ya entiendo todo lo que dicen en la radio, y aunque no me hablen a mí, uno igual está escuchando todo. La verdad es muy entretenido, pero muy desafiante a la vez, ya que se trabaja bajo presión todo el rato (…). Por otra parte, a las mujeres nos respetan demasiado, jamás he sentido que me miren en menos o no me respeten por mi edad, ya que soy la más joven”, enfatiza.

Su paso por la universidad

Tiene buenos recuerdos de la época universitaria, en general era buena alumna, a pesar de que señala que siempre hay profesores con los que se sufre más, pero aun así siente que estudiar en la EIQ fue diferente. “Antes estuve en otra universidad y se nota harto la diferencia. En la Escuela de Ingeniería Química PUCV los profesores son más cercanos, están preocupados de sus alumnos, uno puede ir a sus oficinas y conversar con ellos, siempre están abiertos a escucharte y a enseñarte, más allá de los horarios de clases, y eso igual es súper valorable”.

Camila le tiene cariño a su profesor guía de tesis, Pedro Robles, de quien tiene muy buenos recuerdos. “Él es muy buena persona y muy buen profesor, siempre estaba con su puerta abierta para recibirnos, para darnos una palabra de ánimo y para ayudarnos, aunque fuera sobre una inquietud relativa a un ramo que no dictaba. Siempre estaba disponible, entonces eso igual se valora mucho, porque no siempre uno tiene la posibilidad de tener contacto con ese tipo de profesores en la universidad”, señala.

En cuanto a las competencias adquiridas en la Escuela de Ingeniería Química, Camila considera que las herramientas relacionadas con las habilidades blandas son las que más le servirán en este nuevo trabajo. “En BHP está bien instalado el tema del liderazgo, y hubo un ramo que tuve en la universidad, que me ha servido mucho en los diálogos de desempeño que se realizan a diario en la empresa. Estas reuniones pueden ser lideradas por cualquiera de nosotros y ahí preguntan sobre cómo estamos y sobre las amenazas que percibimos en los procesos que supervisamos”.

Una herramienta de gran importancia para la EIQ, como es la capacidad de trabajar en equipo, le ha servido muchísimo en su trabajo actual, ya que debe permanentemente interactuar y trabajar con muchas personas a la vez. “Ha sido una herramienta que me ha servido muchísimo, porque me he dado cuenta de que a otras personas les ha costado incorporarse a los equipos, ya que están más acostumbrados a trabajar solos. En cambio, en la EIQ nos incentivan a ser más compañeros y a trabajar en equipo”, concluye.

Escuela de Ingeniería Química