De la universidad a la galería: la travesía artística de Alison, alumni PUCV
Alison Castro, licenciada en Arte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso comenzó sus estudios en 2020, en plena pandemia, enfrentando desafíos que no solo marcaron su formación, sino que también impulsaron su creatividad. “No pisé mi instituto hasta el segundo semestre de 2021. En ese tiempo no se podía salir a comprar un óleo o greda, aun así, intenté dar siempre mi mejor esfuerzo con las cosas que había en casa”, recuerda.
Durante su carrera, exploró diversas disciplinas, desde escultura y pintura hasta performance y arte sonoro. En 2023, tuvo la oportunidad de ser ayudante del profesor y artista Cristián Silva, lo que enriqueció aún más su formación. “Cada año me creí una cosa distinta. Siempre me ofrecieron un abanico de posibilidades que intenté exprimir al máximo”, destaca.
Una carrera en construcción
Su camino en el mundo artístico no ha sido fácil, pero ha estado lleno de aprendizajes y oportunidades. En enero de 2024, egresó con la exposición Intersección 45, lo que marcó el inicio de su búsqueda por establecerse en el circuito artístico. “Si bien tienes la teoría y un portafolio bastante sólido a la hora de salir de la carrera, nadie te dice cuál es el siguiente paso para seguir tu trayectoria artística”, reflexiona.
Para ganar experiencia, decidió postular como voluntaria en el Museo Violeta Parra, donde adquirió herramientas sobre el funcionamiento de un museo y profundizó en la vida y obra de la artista. “Es una experiencia que recuerdo con mucho cariño”, comenta Alison.
Además, realizó constantes viajes a Santiago para asistir a exposiciones y talleres en Balmaceda Arte Joven. “Caminaba mucho y buscaba respuestas, lo que me llevó a hablar con muchos artistas. Todos ellos habían llegado a ser quienes son de manera distinta, por lo que concluí que esto del arte no tiene una fórmula, es solo no dejarse estar y continuar caminando”.
Un hito en su carrera
Uno de sus mayores logros hasta la fecha ha sido su primera exposición individual, una intervención en la Sala Artistas Mujeres de un palacio patrimonial. “Lo más emocionante para mí es la dualidad que se crea entre las obras clásicas del palacio y mi obra, que son líneas en el suelo y fotos que se adaptan en el espacio, hechas y cortadas para esa sala en específico”, explica.
El proceso de creación y montaje tomó más de un año de trabajo. “Fue un año para crear la obra, un mes para preparar la postulación y casi tres meses de planeación, coordinación y montaje. Estoy muy agradecida con el equipo del museo por toda su ayuda y paciencia”, agrega.
En julio de 2025, llevará su exposición Camino Amarillo al Centro Cultural Gabriela Mistral en Villa Alemana, donde continuará desarrollando su propuesta artística. “Ahí estaremos interviniendo y adaptando este camino amarillo con aún más fotos”, adelanta.
Actualmente, sigue siendo ayudante en la PUCV y continúa explorando su camino en el mundo del arte, manteniendo firme su convicción de que la clave es no detenerse. “Aquí estamos. Seguimos caminando”.

